El frío ha llegado, es una realidad. Nos esperan cuatro meses de heladas, nieve, escarcha, lluvia, nubes y muuuuuuuuuuuuuuucho frío. Los pies blancos, la cara cortada y una sensación que fuera de ser agradable, provoca el odio de la mayoría de la población por esta época del año, pero no tiene por qué ser así. El blog de hoy lo dedicamos a explicar maneras de mantenerse caliente de las maneras más saludables posibles.
En primer lugar, el básico de toda la vida, la hidratación. Los líquidos son un aspecto fundamental para poder mantener nuestro cuerpo en una temperatura adecuada. El agua hidrata, pero a la hora de calentarnos un poco más salvo que bebamos de una sauna, no vamos a conseguir el mismo objetivo. Es por ello que existen alternativas que se complementan al consumo basal de agua que se debe de llevar a cabo diariamente, Por ejemplo, las infusiones. Podemos beber agua y a la vez aprovechar para subir la temperatura e incluir una infusión a nuestras bebidas diarias. Esto no solo nos hidrata, sino que también nos podemos beneficiar de las características de la infusión que se esté consumiendo en el momento.
Otro de los líquidos que resultan hidratantes. Que se toman de forma caliente son los caldos. En este aspecto existen una gran variedad de posibilidades, caldos de carne, de pollo, verduras pescado… para todos los gustos. Su aporte nutricional es significativamente mayor al de las infusiones y propone una alternativa para poder calentarse y comer a la vez, resultan una idea muy saludable en periodos de dieta y pérdida de peso. En estos meses fríos se consumen líquidos calientes durante el día, ya sea en formato de infusión, agua, caldos… es una de las mejores formas de mantener orden en nuestra temperatura corporal y no tener el frío de todos los años.
Fuera de los líquidos y pasando a los sólidos, esto no es una cuestión de enumerar las comidas que podemos comer calientes, porque son muchas. En cuanto a mantener una temperatura en el cuerpo, muchas veces perdemos de vista las difidencias en la dieta que podemos tener es por ello que los suplementos alimenticios son una gran opción para completar la dieta y para darle al organismo las herramientas necesarias para regular su termómetro interno y evitar el frio.
El deporte, aunque también parezca evidente es quizás el mayor aliado de mantenerse caliente en invierno, no solo durante la realización de la actividad física en sí si no que cuando realizamos entrenamientos de activación del cuerpo estamos acostumbrando al mismo a diferentes temperaturas. Entrenando esta subida y bajada del termómetro interno exponernos a temperaturas más bajas en el resto de nuestro día es más sencillo de cara a poder almacenar la energía y usarlo como calentador natural.
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En general y a modo de resumen la mejor forma de mantenerse caliente en invierno es seguir un estado de vida saludable, consumir muchos líquidos en sus diferentes formatos calientes (caldos, sopas, infusiones) complementar la dieta con los suplementos alimenticios necesarios que vayan a mejorar nuestra salud y por último practicar una rutina de deporte que acostumbre a nuestro organismo a diferentes temperaturas lo que facilita después su adaptación a entornos más hostiles.
Si necesitas más información sobre suplementación, no lo dudes y ponte en contacto con el equipo de In Vitta.