Articulaciones y sistema óseo

Tanto las articulaciones como el sistema óseo son partes esenciales de nuestra estructura. Juntos nos permiten movernos con libertad y sin esfuerzo. Al menos así debería ser. El problema viene cuando aparece dolor.

El sistema muscular vs articulaciones y sistema óseo

Es cierto que juntos conforman el aparato locomotor, pero cada sistema tiene sus propias peculiaridades. Su dureza, color o consistencia los hace diferentes y también lo son sus necesidades.

Los músculos tienen mucha potencia y capacidad. Por eso a veces, cuando entrenamos, nos apetece aumentar el peso a cargar. Nos sentimos capaces y sin duda lo somos.

Sin embargo, nuestros huesos y articulaciones no opinan lo mismo. Estos sistemas no son tan flexibles como el muscular y necesitan más tiempo para adaptarse. Por eso los entrenadores nos piden paciencia y progresión.

El resultado son ligeras molestias articulares. Poco agradables pero que no deberían ser graves. Aunque, ante la duda, consulta a tu médico especialista y recuerda que el descanso es parte del entrenamiento.

Los huesos, aunque más fuertes, tampoco están carentes de necesidades ¿tomas bastante sol? ¿Estás seguro de que los lácteos que consumen son suficientes o se asimilan correctamente?

Reforzar articulaciones y sistema óseo

Además de reposo, paciencia y entrenamientos de fuerza coherentes, existen otras opciones. Tanto cartílagos como huesos precisan de algún refuerzo de vez en cuando.

La vitamina D, el calcio y otros suplementos son necesarios para mantener nuestra salud estructural. Suelen emplearse de forma cíclica o en temporadas más exigentes, pero puedes hablar con tu médico.

Recuerda que hay opciones para todas esas sustancias que nuestro cuerpo no genera por sí solo. De esta forma mejoramos el equilibrio y bienestar de nuestro organismo.