Seguro que muchos de vosotros habéis escuchado hablar de los microorganismos que residen en nuestro interior, concretamente en el intestino, pero, ¿realmente sabemos qué representan, y lo que suponen para la salud de nuestro organismo? A continuación, te explicaremos todo lo que necesitas saber.
La “Microbiota Intestinal” o lo que siempre hemos conocido como “Flora Intestinal” es el conjunto de microorganismos vivos que residen en las superficies mucosas de las paredes del intestino grueso.
¿Qué funciones realiza en el organismo?
El número de estos microorganismos alcanza un valor diez veces superior al de células que constituyen el organismo, considerándose por tanto como un “órgano activo” e incluso como nuestro “segundo cerebro”, influyendo toda su actividad de manera decisiva en el mantenimiento de nuestra salud.
Por ello, es importante mantener nuestra microbiota sana y en equilibrio, para que sea capaz de realizar todas las funciones fisiológicas que nos llevan a un estado óptimo de salud:
Funciones metabólicas:
- Mejora la digestión y disponibilidad de los nutrientes que el estómago y el intestino delgado no son capaces de digerir, como la fibra.
- Contribuye en el aporte de nuevos nutrientes como la vitamina K, B12 y ácido fólico.
- Mejora la absorción de minerales como el calcio, hierro y magnesio.
- Elimina compuestos perjudiciales y antinutrientes al ser degradados por los microorganismos.
Funciones protectoras y estructurales:
- Disminuyen los nutrientes requeridos para la multiplicación de los microorganismos patógenos.
- Estimulan la secreción de ciertas sustancias impidiendo que los microorganismos patógenos se unan a la pared intestinal.
En general, estas funciones protectoras tienen un papel fundamental en nuestro sistema inmune, haciendo que nuestras defensas estén más fuertes.
A través de la alimentación… ¿cómo podemos cuidar nuestra microbiota?
Son muchos los factores que alteran el equilibrio normal de la microbiota, aumentando el número de microorganismos patógenos frente a los beneficiosos, como son la administración de antibióticos, intolerancias, una mala alimentación, el estrés, el exceso de grasa, algunas enfermedades…
Por eso, es fundamental llevar un estilo de vida saludable junto a una alimentación sana y equilibrada que favorezca el desarrollo de los microorganismos beneficiosos:
- Incluye un mínimo de FIBRA diaria en tu alimentación, como la presente en verduras, hortalizas, frutas, legumbres, cereales y harinas integrales…, ya que además de regular el tránsito intestinal, es la clave para alimentar a los microorganismos beneficiosos del intestino y mantener la microbiota en equilibrio.
- ANTIOXIDANTES. Los compuestos fenólicos son un tipo de antioxidantes presentes en el aceite de oliva, té, frutos rojos, frutas (granada, manzana…), hortalizas (cebolla, alcachofas…) que ayudan a mantener la microbiota en un estado óptimo de salud.
- Añadiendo alimentos probióticos y prebióticos a nuestra alimentación, por ejemplo un yogur o kéfir como probiótico o verduras y hortalizas como prebióticos, también favorece el desarrollo de los microorganismos beneficiosos presentes en el intestino.
In vitta cuenta con suplementos naturales que en combinación con lo citado anteriormente sobre alimentación, nos ayudan a conseguir un estado óptimo de salud de nuestra microbiota como son los Probióticos, la Cúrcuma y, en especial, el pack In – Vitta Balance, el cual ayuda a la regeneración intestinal causada por cualquiera de los factores que se han mencionado anteriormente, al contar con probióticos, prebióticos y cúrcuma, cuyo efecto conjunto supone una recuperación de la permeabilidad intestinal tras pocos días de su consumo.