El verano está en la puerta de la esquina. Cada vez aumentan más las temperaturas y con ello nos acercamos a la exposición del calor extremo.
Este aumento de calor conforme nos acercamos a los meses más intensos de verano puede tener efectos negativos en nuestra salud y es por ello que ser consciente de estos efectos y como evitarlos es una clave fundamental para poder asegurar que no sufrimos las consecuencias del calor veranil.
En el blog de hoy hablaremos sobre los principales efectos del calor y sobre como nos afectan al igual que las mejores maneras de evitarlos.
¿Cuáles son los principales efectos del calor?
- Golpe de calor: El golpe de calor ocurre cuando el cuerpo no puede controlar su temperatura. La sudoración falla, el cuerpo no se puede enfriar y la temperatura corporal puede alcanzar los 40 grados o más. Los síntomas incluyen piel caliente y seca, confusión, pérdida de conciencia, y en casos graves, puede ser fatal.
- Deshidratación: La deshidratación ocurre cuando el cuerpo pierde más líquidos de los que ingiere, lo que puede llevar a una disminución del volumen sanguíneo y a una disminución en la capacidad del cuerpo para enfriarse. Los síntomas incluyen sed excesiva, boca seca, orina oscura, mareos y fatiga.
- Calambres por calor: Son dolorosos espasmos musculares, usualmente en los músculos más trabajados durante el ejercicio. Ocurren debido a la pérdida de electrolitos a través del sudor y pueden ser un signo de alerta de que el cuerpo necesita más líquidos.
- Agotamiento por calor(síncope): El agotamiento por calor es una respuesta del cuerpo a la pérdida excesiva de agua y sal, usualmente a través del sudor. Los síntomas incluyen sudoración profusa, debilidad, piel fría y húmeda, pulso rápido y débil, náuseas o vómitos y desmayos.
¿Cuáles son las mejores recomendaciones para mantenerse hidratado?
Mantenerse hidratado es fundamental para prevenir los efectos adversos del calor. Aquí te presentamos algunas claves para asegurar una hidratación adecuada:
- Beber suficiente agua: La cantidad de agua que necesita una persona puede variar, pero una buena regla general es beber al menos 8 vasos de agua al día. Durante los días calurosos o cuando se realiza ejercicio físico, esta cantidad debe aumentar.
- Consumir alimentos hidratantes: Frutas y verduras con alto contenido de agua, como sandía, melón, pepino y naranjas, pueden contribuir a la hidratación total del cuerpo.
- Evitar bebidas alcohólicas: El alcohol, la cafeína y las bebidas azucaradas pueden aumentar la deshidratación. Es mejor limitar su consumo durante periodos de calor extremo.
- Electrolitos: Cuando se pierde mucho sudor, es importante reponer los electrolitos. Bebidas deportivas o soluciones de rehidratación oral pueden ser útiles, especialmente después de ejercicios intensos.
- Hidratación: No esperes a tener sed para beber agua. La sed es una señal tardía de deshidratación, así que es importante beber líquidos de manera regular a lo largo del día.
- Ropa: Usar ropa ligera y de colores claros puede ayudar a mantener la temperatura corporal baja y reducir la pérdida de líquidos a través del sudor.
Ahora con la entrada de los meses más cálidos es de vital importancia seguir todas las medidas de seguridad para evitar la sudoración excesiva y todos los efectos adversos que trae consigo el calor en nuestro cuerpo. Siempre que sea necesario podemos hacer uso de suplementos alimenticios para completar nuestra dieta y para mejorar el rendimiento de nuestro organismo.