Ya estamos en abril… ¿quién lo diría?

El deporte estará en las mentes y rutinas de muchos de vosotros, y con la llegada de la primavera, os traemos un blog para los que son madrugadores y se plantean practicar deporte desde temprano: el ejercicio en ayunas.

Nos levantamos por la mañana y seguro que lo primero que nos apetece es un buen desayuno cargado de vitaminas para afrontar el día, ¿qué nos diríais si antes de desayunar os mandaran a dar un paseo? (literalmente).

 

La mayoría de nosotros ayunamos por la noche, que es cuando pasamos más tiempo sin comer. Si queremos hacer ejercicio en ayunas debe por tanto tener lugar antes de desayunar por la mañana, con el estómago vacío.

La ciencia detrás de este argumento reside en un estudio que se realizó con individuos que entrenaron en ayunas y otros que lo hicieron habiendo desayunado. En los resultados se pudo comprobar cómo en el entrenamiento de ayunas se generaba una mayor oxidación de lípidos, concretamente un 40% más.

Sin embargo, el entrenamiento realizado por el grupo es individuos era de baja intensidad, una vez se incrementa la intensidad los niveles de oxidación de lípidos se estabilizan y se vuelven prácticamente iguales, por lo que hacer ejercicio en ayunas tiene funcionalidad si este no es intenso.

 

 

Ojo, estar en ayunas no quiere decir que no se beba agua, eso siempre debe hacerse. La falta de hidratación durante la práctica deportiva no es una buena combinación pudiendo dar lugar a mareos, náuseas, fatiga temprana e incluso calambres musculares.

El hacer ejercicio antes de desayunar puede resultar difícil porque después de dormir lo primero que nuestro cuerpo pide es comida. Un tip muy útil que podéis hacer para combatir el hambre es beber mucha agua, tiene un efecto saciante y os hidrataréis a la vez, así que son dos pájaros de un tiro.

 

 

De este estudio por tanto sacamos ciertas conclusiones; se recomienda que el ejercicio en ayunas de realice a baja intensidad, no solo porque es cuando los resultados del estudio demuestran que hay una mayor oxidación de lípidos sino también porque realizar un entrenamiento con un nivel de intensidad más alto puede provocar malestar en el deportista.

 

Desde In·Vitta os invitamos a que probéis dar un paseo o hacer una rutina de ejercicio antes de desayunar e incorporéis esta actividad a vuestra rutina diaria. Como siempre, os recomendamos que os asesoréis por profesionales sanitarios y tengáis un seguimiento médico que garanticen vuestra salud y bienestar.

Hasta aquí el blog de hoy, os deseamos una feliz semana y nos vemos en el próximo artículo.

 

Don`t copy text!